Me contaba en estos días un amigo que se había encontrado con un viejo conocido, después de varios años sin verse. Le dijo que lo notaba muy conservado, pero como si tuviera menos fuerzas. La respuesta de su amigo lo dejó pensativo: las fuerzas son las mismas, lo que me falta es un sentido para emplearlas. Falta sentido. Es un síntoma bastante frecuente en la sociedad actual. Lo dice una persona mientras se toma un capuchino, y lo dicen los filósofos que vienen estudiando al hombre actual. Hace muchos años, un adolescente llamado Jeremías se encontraba un poco en la misma situación. Se escudaba en su poca edad pensando que ya llegaría el momento de tomarse en serio su vida. Mientras tanto, bastaba con dejarse llevar del día a día, pues trabajo no faltaba. En estas circunstancias, escuchó una voz –sintió que se trataba de la voz de Dios- que le decía: “Antes de plasmarte en el seno materno te conocí , antes de que salieras de las entrañas, te consagré ; te constituí profeta de las
@argumentaciones.Homilías de un sacerdote católico. Audios disponibles en https://co.ivoox.com/es/suscripciones_jb_8330681_1.html o en canal "argumentaciones" de Spotify (Imágenes tomadas en su mayoría de http://www.centroaletti.com/).