En el capítulo sexto de Marcos aparece una de las multiplicaciones milagrosas del pan, símbolo de la futura institución de la Eucaristía. Inmediatamente después, el discípulo de Pedro pone a nuestra consideración otra escena milagrosa de Jesús, para manifestar su naturaleza divina: “Y enseguida mandó a sus discípulos que subieran a la barca y que se adelantaran a la otra orilla junto a Betsaida, mientras él despedía a la multitud”. Los apóstoles obedecen a lo que el Señor les manda. Ya saben quién es su Maestro, que da de comer a las multitudes, que cumple la profecía de Ezequías: Él mismo es el pastor, que guía y alimenta a su pueblo. Ya han aprendido a obedecer, y no ponen obstáculos. Podrían preguntar: ¿cómo llegarás Tú? ¿No será mejor si dejamos una barca, con dos de los nuestros para esperarte? Enséñanos, Señor, a obedecer prontamente como estos apóstoles, sin poner trabas, confiando en la fuerza eficaz de tu palabra. Y después de despedirlos, se retiró al mon...
@argumentaciones.Homilías de un sacerdote católico. Audios disponibles en https://co.ivoox.com/es/suscripciones_jb_8330681_1.html o en canal "argumentaciones" de Spotify (Imágenes tomadas en su mayoría de http://www.centroaletti.com/).