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Mostrando las entradas con la etiqueta Juan 1;45-51

Los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

El Compendio del Catecismo explica que los ángeles “son criaturas puramente espirituales, incorpóreas, invisibles e inmortales; son seres personales dotados de inteligencia y voluntad. Los ángeles, contemplando cara a cara, incesantemente, a Dios, lo glorifican, lo sirven y son sus mensajeros en el cumplimiento de la misión de salvación para todos los hombres” (n. 60) . Así los representa la Escritura. Por ejemplo, el libro de Daniel (7,9-10.13-14), describe la visión de Dios y de su corte angelical: “ Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes ”. Y en el salmo 137 se promete dar gracias a Dios de un modo peculiar, tocando la cítara: “ Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor, me postraré hacia tu santuario. Daré gracias a tu nombre: por tu misericordia y tu lealtad, porque tu promesa supera a tu fama ”. En el Evangelio también aparecen los ángeles en varias ocasiones: para dar la Buena Nueva de la Encarnación a María y a los pastores, para consolar a

San Bartolomé, un hombre sin doblez ni engaño.

(24 de agosto ) En la Antífona de entrada se nos pide: Anuncia, día tras día, que la salvación viene de Dios; proclama sus maravillas a todas las naciones .  En respuesta nosotros suplicamos, en la Oración colecta, fortaleza para nuestra fe, sinceridad como la de B artolom é y  eficacia en el apostolado de la Iglesia: « Fortalece, Señor, nuestra fe para que sigamos a Cristo con la misma sinceridad de san Bartolomé, apóstol; y concédenos, por su intercesión, que la Iglesia sea un instrumento eficaz de salvación para todos los seres humanos » . La primera lectura de la fiesta está tomada del Apocalipsis (21,9-14), donde el ángel le dice a san Juan: —Ven, te mostraré a la novia, la esposa del Cordero. Y el autor describe la visión del nuevo mundo, después de que se ha vencido el mal definitivamente: Me llevó en espíritu a un monte de gran altura y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo de parte de Dios, reflejando la gloria de Dios: su luz era semejante a una