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Mostrando las entradas con la etiqueta Mateo 5;38-48

Fraternidad y santidad

Seguimos considerando el sermón del monte. Después de la introducción con las bienaventuranzas y las parábolas de la sal y de la luz, entramos en el cuerpo del sermón. En este, el Señor se presenta como ese nuevo Moisés del que habla Benedicto XVI, que no abroga la ley sino que, por el contrario la lleva a su perfección y ya no solo condena el homicidio, sino también la cólera; ya no solo rechaza el adulterio, sino los malos deseos; ya no solo prohíbe el divorcio, sino que  eleva el matrimonio a la dignidad de sacramento. En la parte final de este cuerpo del sermón, sobre la perfección de la ley, vemos cómo afronta Jesús la conocida “ley del Talión” ( Habéis oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente). Este principio, a pesar de que es muy denostado habitualmente, en realidad buscaba evitar excesos en las venganzas: que nadie se cobrara más allá de lo que había padecido. Incluso, que el delito quedara resarcido con una compensación equiparable. Sin embargo, Jesús en