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Mostrando las entradas de abril, 2007

Testigos de la Eucaristía

El último capítulo del Evangelio de Juan es una adición, que se refiere a la Iglesia posterior a la Ascensión del Señor a los cielos, en la cual el joven apóstol reconoce la misión de Pedro como primado. Narra también la pesca milagrosa del Resucitado, que la liturgia del tercer domingo de Pascua (ciclo C) nos invita a poner en relación con el testimonio apostólico y con la adoración a Dios: si el capítulo quinto de Lucas comenzaba con el llamado a Pedro para ser pescador de hombres, este apartado de Juan termina mostrando su realización histórica. San Josemaría comenta sobre las virtudes de Juan y de Pedro en esta escena: ( Amigos de Dios, n. 266 ): « Aquel discípulo a quien amaba Jesús le dijo a Pedro: ― ¡es el Señor! El amor, el amor lo ve de lejos. El amor es el primero que capta esas delicadezas. Aquel Apóstol adolescente, con el firme cariño que siente hacia Jesús, porque quería a Cristo con toda la pureza y toda la ternura de un corazón que no ha estado corrompido nunca, exc

Anunciar a Cristo resucitado

Una semana después de la Pascua, la liturgia nos hace considerar el comienzo del Apocalipsis, donde el autor describe a Jesucristo resucitado como juez escatológico. En medio de la simbología (lámparas que son la oración de la Iglesia), se escucha la voz de Jesús resucitado, vestido como sacerdote (túnica hasta los pies), como rey (banda de oro en el pecho), eterno (barba blanca), sabio (mirada brillante), poderoso (voz de trueno, pisada metálica): «No temas: Yo soy el primero y el último, yo soy el que vive. Estaba muerto y, ya ves, vivo por los siglos de los siglos ». La primera visión del autor del Apocalipsis es litúrgica, como hemos dicho. Y no deja de ser significativo que se dé un domingo: es la Misa dominical, estrechamente relacionada con la liturgia del Cielo. Tan estrecho es el vínculo que se trata de la misma Eucaristía.  Por eso el Evangelio señala que la nueva aparición de Jesucristo a los apóstoles se da también « al anochecer de aquel día, el primero de