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Mostrando las entradas con la etiqueta Mateo 5;1-12

Las Bienaventuranzas, o los secretos del Reino

Celebramos el cuarto domingo del tiempo ordinario. Terminamos el primer mes, y ya tenemos las pinceladas maestras del cuadro que el evangelista Mateo nos ha querido pintar hasta ahora: después de las tentaciones en el desierto, aparece Jesús cumpliendo la profecía sobre la luz que ilumina a Galilea de los gentiles, el pueblo que andaba en la oscuridad.  Aquel pasaje concluía mostrando con obras la autoridad de la predicación: Jesucristo sana a todos los enfermos de distintas procedencias, después de haber llamado a los primeros discípulos. Es profeta, maestro, médico. Es el Mesías. Hoy veremos un marco distinto: ahora Mateo se desplaza de las playas de Genesaret a un monte, no sabemos cuál. Lo importante no es la ubicación geográfica, sino el simbolismo del gesto: Al ver Jesús a las multitudes, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos; y abriendo su boca les enseñaba . El Papa (“Jesús de Nazaret”) explica que “con esta gran composición en forma de sermón, Ma

Todos los santos

La fiesta de hoy es una llamada a la esperanza. Al comenzar la Misa, nos invitamos mutuamente a alegrarnos en el Señor por esta solemnidad, por la cual se alegran los ángeles y alaban al Hijo de Dios. Hoy nos concedes —dice el sacerdote más adelante, en el prefacio— “celebrar la gloria de todos los santos, la asamblea de la Jerusalén celestial que eternamente te alaba. Hacia ella, aunque peregrinos en la tierra, nos encaminamos alegres, guiados por la fe y animados por la gloria de los mejores hijos de la Iglesia; en ellos encontramos ejemplo y ayuda para nuestra debilidad”. Ahí se explica el sentido de este día: alegrarnos porque en el Cielo hay gente como nosotros, que tuvo nuestra edad, que luchó contra las mismas miserias que nos afectan, que luchaban y ganaban, que luchaban y perdían…Nos alegra, nos tranquiliza, saber que en ellos encontramos ejemplo y ayuda para nuestra debilidad. En el mismo sentido se expresa la oración colecta: concede a tu pueblo, por intercesión de to