En el tiempo de Cuaresma se considera la historia de Moisés, inicio del Éxodo del pueblo israelita de la esclavitud de Egipto hacia la tierra prometida. Se trata de una figura del éxodo que hemos de seguir ahora los cristianos, de la esclavitud del pecado hacia la libertad que Cristo nos ha ganado con su muerte en la Cruz. Un momento importante en la historia de Moisés, como en la de toda persona, es el momento de su vocación. Dios lo llama por su nombre, se presenta como el Dios de sus antepasados, le indica el proyecto de liberación en términos entrañables y, por último le da una imperiosa misión (Cf. Biblia de Navarra, comentario a Éxodo 3, 1-15). El Señor ha observado, escuchado, comprendido a su pueblo y, por último, ha bajado a liberarlo. Israel debe subir a la tierra prometida, como un camino hacia la plenitud. De la misma forma presentará Lucas en su Evangelio el ascenso de Jesús a Jerusalén. San Pablo predicará que la vida del pueblo escogido es una advertencia par
@argumentaciones.Homilías de un sacerdote católico. Audios disponibles en https://co.ivoox.com/es/suscripciones_jb_8330681_1.html o en canal "argumentaciones" de Spotify (Imágenes tomadas en su mayoría de http://www.centroaletti.com/).