Cuando un psiquiatra quiere descubrir los síntomas psicóticos de un paciente aparentemente normal, una pregunta clave es la siguiente: ¿tiene usted alguna misión en la vida? Muchas veces, en la respuesta surgen ambiciones maníacas, inalcanzables, que manifiestan una enfermedad de fondo. A pesar de jugar con trampa, podemos hacernos ahora esa misma pregunta, pues no solo es síntoma psiquiátrico tener una respuesta, sino también no tenerla.
En la anterior anotación considerábamos el misterio de la vocación. Dios llama, desde antes de crearnos, como vimos en el caso de Jeremías. Pero… ¿llama para qué? La vocación es al mismo tiempo una misión, tiene un contenido concreto, que es el sentido de la vida. Es lo que vemos en el caso de Isaías, que –aún siendo consciente de su indignidad: “Soy un hombre de labios impuros, que habito en un pueblo de labios impuros, y he visto con mis propios ojos al Rey y Señor todopoderoso”- recibe la vocación en forma de pregunta: “oí la voz del Señor, que decía: "¿A quien enviaré?, ¿quién irá por nosotros?" Respondí: "Aquí estoy yo, envíame". En el Nuevo Testamento (Lucas 5,1-11) la misión es muy clara: Síganme, dice el Señor a unos pescadores, y yo los haré pescadores de hombres. La respuesta de estos hombre es ejemplar: Dejándolo todo, lo siguieron.
En la anterior anotación considerábamos el misterio de la vocación. Dios llama, desde antes de crearnos, como vimos en el caso de Jeremías. Pero… ¿llama para qué? La vocación es al mismo tiempo una misión, tiene un contenido concreto, que es el sentido de la vida. Es lo que vemos en el caso de Isaías, que –aún siendo consciente de su indignidad: “Soy un hombre de labios impuros, que habito en un pueblo de labios impuros, y he visto con mis propios ojos al Rey y Señor todopoderoso”- recibe la vocación en forma de pregunta: “oí la voz del Señor, que decía: "¿A quien enviaré?, ¿quién irá por nosotros?" Respondí: "Aquí estoy yo, envíame". En el Nuevo Testamento (Lucas 5,1-11) la misión es muy clara: Síganme, dice el Señor a unos pescadores, y yo los haré pescadores de hombres. La respuesta de estos hombre es ejemplar: Dejándolo todo, lo siguieron.
Muy bueno el recurso de la trampa psicológica, también me gustó la brevedad.
ResponderBorrarAdemás le vino bien al blog el cambio de look.