Si la liturgia en general está llena de misterio y de simbología, la vigilia pascual es especialmente rica en contenido: ¡es tan fácil ver reflejada la propia vida en la oscuridad inicial! En medio de las tinieblas del pecado surge un fuego esperanzador, un cirio que no dejará de arder, hasta que “ el lucero matinal lo encuentre ardiendo”. Las luces que se reparten los fieles, uno a uno; el pregón pascual, verdadera serenata de enamorado; el recuerdo de la historia de la salvación en las lecturas, las profecías esperanzadoras, el Gloria cantado mientras suenan las campanas, el Evangelio de la Resurrección : “ ¡no tengáis miedo, ha resucitado!” Cada año podemos profundizar un poco más, también teniendo en cuenta las vicisitudes y las alegrías del tiempo transcurrido: en una ocasión nos maravillaremos de la vida parroquial; en otra, del fervor de un grupo más pequeño de apostolado; otro día acudiremos con una persona a la que estamos acercando a Cristo. Quizá años más tarde coincidir...
@argumentaciones.Homilías de un sacerdote católico. Audios disponibles en https://co.ivoox.com/es/suscripciones_jb_8330681_1.html o en canal "argumentaciones" de Spotify (Imágenes tomadas en su mayoría de http://www.centroaletti.com/).