El tema de las riquezas forma parte importante del acervo religioso. Y lo es, porque el ser humano tiene la capacidad de poseer como elemento esencial de su existencia. Después del pecado original, se da la tendencia a acaparar más y más: parece que todas las posesiones del mundo son incapaces de satisfacernos. El evangelio de Lucas presenta, justo después de la parábola de los dos hermanos –el hijo pródigo y el que se quedó con el padre-, unas palabras de Jesús acerca de las riquezas: - «Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido." El administrador se puso a echar sus cálculos: "¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa.&q
@argumentaciones.Homilías de un sacerdote católico. Audios disponibles en https://co.ivoox.com/es/suscripciones_jb_8330681_1.html o en canal "argumentaciones" de Spotify (Imágenes tomadas en su mayoría de http://www.centroaletti.com/).