Desde los tiempos de Adán y Eva existe un misterio que inquieta a todos los seres humanos: por qué razón no hacemos lo bueno y, en cambio, optamos por lo que es malo. Es el misterio de la iniquidad humana, que a lo largo de la historia se ha intentado explicar. Si en otras ocasiones hemos pensado en la necesidad de un sentido para la vida, hoy podemos profundizar en la necesidad de tomar decisiones para alcanzar lo bueno, conveniente o necesario, para lograr el sentido de nuestra propia existencia. En el Antiguo Testamento aparece con frecuencia la encrucijada a la que se enfrenta el ser humano: de una parte, el camino fácil, regalado, que termina en el fracaso; por otro lado, el camino de la felicidad que –sin embargo- es empinado, difícil, poco agradable a primera vista. Una metáfora que suele emplearse para las personas que escogen este último, el de la vida lograda, es la del árbol sembrado junto a la corriente. Por ejemplo, en el salmo 1: Dichoso el hombre que no sigue el...
@argumentaciones.Homilías de un sacerdote católico. Audios disponibles en https://co.ivoox.com/es/suscripciones_jb_8330681_1.html o en canal "argumentaciones" de Spotify (Imágenes tomadas en su mayoría de http://www.centroaletti.com/).