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Dios compasivo y misericordioso

En el discurso eclesiástico del Evangelio de Mateo hay una parábola (20,1-16) que intenta retratar la misericordia divina y mostrar el contraste con la actitud humana.  Jesús enseña de otro modo lo mismo que hizo unos versículos antes, al hablar del perdón : que sus planes no son nuestros planes , como enseñaba Isaías (55,6-9): "vuestros caminos no son mis caminos. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes". Los autores espirituales hablan de la "lógica divina", que a veces es tan distinta a nuestra lógica humana. El tono de la parábola es muy diciente: «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña.  El denario, una moneda de 3,8 gr de plata, llevaba inscrita la imagen del Emperador y correspondía al salario de un día. Los Padres de la

Perdonar pronto, siempre y todo

En el cuarto discurso de Jesús que recoge Mateo, el sermón "eclesiástico", no solo se habla sobre la corrección fraterna , sino también de otros aspectos que deberían tener en cuenta los apóstoles en los comienzos de la Iglesia, y  nosotros siempre. Uno de ellos es muy importante: el perdón. En el Antiguo Testamento, los grandes pecados eran vengados siete veces. Por ejemplo, dice el Génesis (4,15) que “quien mate a Caín será castigado siete veces”. Y en el Levítico (26,21) se lee: “Si os enfrentáis contra mí sin querer escucharme, multiplicaré por siete los azotes por vuestros pecados”. Hay un caso más grave aún, el de Lamec, descendiente de Caín: “Maté a un hombre porque me hizo una herida y a un muchacho porque me dio un golpe. Caín será vengado siete veces, pero Lamec lo será setenta y siete”. Toda esta “jurisprudencia” está de fondo en la escena del discurso eclesiástico del Evangelio de Mateo (18,21-35): Entonces, se acercó Pedro a preguntarle: —Señor, ¿cuánta

Corrección fraterna

Todos tenemos una imagen popular del amor y de la amistad que incluye varias características: cariño, compañía, apoyo, compartir, ratos amables, diversión, alegría, intimidad. Todas son verdaderas y muestran la importancia para nuestra vida de tener buenos amigos y de ser, ojalá para bastantes personas, otros hermanos que hagan llevaderas las dificultades de la vida. Pero con frecuencia se olvida que el verdadero amor, la verdadera amistad, también son exigentes, pues buscan el bien de la persona querida. El verdadero cariño supera la imagen dulzona: es fuerte, va más allá del sentimiento y del pasarlo bien. Parte de esa fortaleza se nota en la sinceridad para decirle a la persona amada lo que no funciona, sus defectos, sus errores, para ayudarle a mejorar. De esto habla también el mejor amigo de la historia, Jesucristo. En el penúltimo de los cinco grandes discursos en que está estructurado su discurso, Mateo (18, 15-20) explica las enseñanzas de Jesús sobre la Iglesia. H

Mortificación: la Cruz de cada día

Decía en estos días una reconocida periodista que uno de los problemas de nuestra cultura es que huimos del sufrimiento: los papás no quieren que sus hijos sufran, y los pequeños crecen en un mundo de mentiras, pues la vida conlleva dificultades ―queramos o no― y, si no estamos preparados, peor nos irá al enfrentarlas. Un ejemplo de esta situación es el escándalo farisaico ante las penitencias que la religión cristiana acostumbra: parece antinatural sufrir un poco por Cristo, cuando por salud o por vanidad estamos dispuestos a padecer dietas, cirugías, ejercicios, etc. No son de ahora las burlas por intentar asemejarse al Señor. Ya Jeremías (20, 7-9) se quejaba en el Antiguo Testamento de lo mismo: Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; fuiste más fuerte que yo y me venciste. He sido el hazmerreír de todos, días tras día se burlan de mí. Por anunciar la palabra del Señor, me he convertido en objeto de oprobio y de burla todo el día . Y el capítulo 16 (21-27) de Mateo

Amor al Papa

Los días de "Sede vacante" (por muerte o renuncia del papa) son  muy especiales para la Iglesia y para la humanidad. Al comienzo, se experimenta una sensación de orfandad que es compatible con la fe en Aquel que prometió que no nos dejaría huérfanos. Después, viene la alegría de tener un nuevo sucesor de Pedro, un nuevo vicario de Cristo en la tierra, un nuevo Padre común. El profeta Isaías (22,19-23) presenta una imagen muy significativa: el Señor nombra un nuevo mayordomo de palacio: le vestiré tu túnica ― promete ―, le ceñiré tu banda, y le traspasaré tus poderes. Será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré la llave del palacio de David sobre su hombro . Lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá . La llave del palacio era grande, y el Señor la impone casi como una cruz, sobre los hombros del mayordomo. El nuevo vicario tendrá poderes respetables: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie

Apostolado: la mujer sirofenicia.

Hacia el tercer año de su vida pública, Jesús decide retirarse con sus discípulos para formarlos a solas y prepararlos para lo que sucederá cuando le llegue “la hora” prevista por el Padre. Después de haber fallado en el intento, la tarde de la multiplicación de los panes y de los peces , se dirigen hacia el norte, fuera de Galilea, hasta el actual Líbano. Allí visitan las ciudades de Tiro y Sidón, cuyos habitantes son llamados sirofenicios (para distinguirlos de los libiofenicios, que vivían al norte de África). Mateo menciona que allí se encuentran con una mujer de esa zona , a la que denomina con un arcaísmo, “cananea” pues ése era el gentilicio de aquella tierra, pero en la antigüedad. Los sirofenicios eran en su mayoría comerciantes griegos, despreciados por los judíos debido a sus prácticas comerciales poco éticas. Conformaban un pueblo del que los israelitas, “los piadosos”, debían apartarse, porque eran paganos, “los perrillos”, como les llama el mismo Jesús en este pas

Asunción de María

Canta la liturgia en honor de la Asunción : “Oh Virgen María, alegría del mundo y estrella nueva del Cielo, que engendraste al Sol, de Quien Tú misma eres creadora: no dejes de acercar tu mano y auxiliar al caído. Puesto que nadie ignora que Tú eres la Escala tendida por Dios, por medio de la cual el Verbo descendió al mundo ayúdanos a escalar hasta la cumbre del Cielo . El coro beatísimo de los Ángeles y el de los Apóstoles y los Profetas, te admiran como la Criatura más alta y noble, después de Dios”. La Misa de hoy comienza con esta antífona: “Alegrémonos todos en el Señor y alabemos al Hijo de Dios, junto con los ángeles, al celebrar hay la Asunción al cielo de nuestra Madre, la Virgen María ”. Y en la oración colecta se resumen nuestros sentimientos de este día: “Dios todopoderoso y eterno, que hiciste subir al cielo en cuerpo y alma a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijo; concédenos vivir en este mundo sin perder de vista los bienes del cielo y con la esperanza d