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Madre humilde

6 de diciembre Llegamos hoy al séptimo día de la Novena en honor de la Inmaculada Concepción , cuando la Iglesia celebra a San Nicolás de Bari. Las lecturas propias de la fiesta presentan al profeta Isaías (6, 1-8) que nos narra su vocación: “Escuché entonces la voz del Señor que decía: "¿A quién enviaré? ¿Quién irá de parte mía?" Yo le respondí: "Aquí estoy, Señor, envíame "”.  San Lucas reseña en su Evangelio (10, 1-9) los consejos que Jesús da a los setenta y dos discípulos cuando los envía como misioneros: “ En la casa en que entréis decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hubiera algún hijo de la paz, descansará sobre él vuestra paz; de lo contrario, retornará a vosotros. Permaneced en la misma casa comiendo y bebiendo de lo que tengan, porque el que trabaja merece su salario. No vayáis de casa en casa. Y en la ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os pongan; curad a los enfermos que haya en ella y decidles: «El Reino de Dios está cerca d

Madre de Misericordia

Diciembre 5, sexto día de la Novena a la Inmaculada En el pasaje de la visitación de la Virgen a su prima Isabel, hay un momento en que nuestra Madre desborda de alegría en un himno tejido con textos del Antiguo Testamento: “María exclamó: —Proclama mi alma las grandezas del Señor, y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador: (…) Porque ha hecho en mí cosas grandes el Todopoderoso, cuyo nombre es Santo; su misericordia se derrama de generación en generación sobre los que le temen. Manifestó el poder de su brazo. (…) Protegió a Israel su siervo, recordando su misericordia, como había prometido a nuestros padres, Abrahán y su descendencia para siempre ”.  Juan Pablo II comentaba este pasaje de San Lucas diciendo que “en el Magnificat , cántico verdaderamente teológico porque revela la experiencia del rostro de Dios hecha por María, Dios no solo es el Poderoso , para el que nada es imposible, como había declarado Gabriel, sino también el Misericordioso , capaz de ternura y fidelidad

Esposa de Dios Espíritu Santo

Diciembre 4 Estamos ya en el quinto día de la Novena en honor de la Inmaculada Concepción de María y las lecturas de hoy siguen animándonos a preparar la venida del Mesías. En concreto, nos hablan de la estrecha relación del Cristo esperado con el Espíritu Santo. Isaías (11, 1-10) dice que brotará un fruto del tronco de Jesé y que el Espíritu del Señor se posará sobre él . Y san Lucas (10, 21-24) complementa esa lectura con la narración del éxtasis de Jesús: “Se llenó de gozo en el Espíritu Santo y dijo: —Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños”. Hace unos días leíamos cómo a San Josemaría le conmovían otras palabras de este mismo discurso: “nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo”. Juan Pablo II escribió sobre el papel de la Virgen en nuestra relación con el Espíritu Santo, que la colma a ella y a

Hija de Dios Padre

Novena Inmaculada, 4o. Día. Estamos ya en el cuarto día de la Novena en honor de la Inmaculada Concepción de María. San Lucas narra en su Evangelio que el ángel saluda a María con una expresión muy peculiar, “ jaire, kejaritomene ”: “alégrate, llena de gracia”. Juan Pablo II comenta que la traducción más adecuada sería: “alégrate, tú que has sido hecha llena de gracia”, o “colmada de gracia”, lo cual indicaría claramente que esa situación suya se trata de un don hecho por Dios a la Virgen. Ese mismo verbo lo usa San Pablo para indicar la abundancia de gracia que nos concede el Padre en Hijo amado. María la recibe como primicia de la redención. El papa Magno concluye que “en María, la gratuidad de la misericordia divina alcanza su grado supremo. En ella, la predilección de Dios, manifestada al pueblo elegido y en particular a los humildes y a los pobres, llega a su culmen”. Ella es la hija predilecta de Dios Padre.  Vamos a contemplar en este día ese regalo de Dios a los se

Oración, amistad con Jesús

Novena de la Inmaculada , tercer día. Comienza el Tiempo de Adviento en este tercer día de la Novena en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Las normas litúrgicas enseñan que este tiempo tiene carácter doble: es la preparación para conmemorar el nacimiento de Jesús, que en el “Hoy” de la liturgia se revive de modo sacramental en cada celebración. Pero también es el tiempo que lleva a meditar en la esperanza de la segunda venida de Cristo, al final de los tiempos, que hemos considerado durante la última semana del año litúrgico que acaba de terminar. Por estas dos razones, el tiempo de Adviento es conocido como “el tiempo de la piadosa expectativa”. Esperar a Jesús: Ven Señor, no tardes. Ven a nuestras almas, no tardes tanto, Jesús, ven, ven. Ábranse los cielos y llueva de lo alto bienhechor rocío como riego santo… Son distintas maneras de pedir lo mismo a Dios: que cada día crezca más nuestra intimidad con Él, que sea eterna nuestra amistad con Jesús, como le h

Reina de los Apóstoles

Novena de la Inmaculada (primer día) . 30-XI, San Andrés Comenzamos la Novena en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen María , nueve días en los que estaremos tratando de meter a la Virgen en todo y para todo. San Josemaría invitaba a que, durante estos días, todos los fieles del Opus Dei vivieran individualmente esta costumbre, poniendo mayor diligencia en la oración, en el cumplimiento de los deberes profesionales y en las pequeñas mortificaciones voluntarias, haciendo todo con amor filial a la Santísima Virgen , Madre de Dios y de la Iglesia , y Madre nuestra; y si voluntariamente lo deseaban, recitando además la fórmula u oración que cada uno eligiera.   Añadía que esta novena, personal, es distinta de la que puede organizarse en obras corporativas o en otras iniciativas de apostolado, en Centros donde se realiza labor externa –como haremos estos días-, o en iglesias: ningún miembro de la Obra tiene obligación de asistir a una de esas novenas pú

Oración humilde. El fariseo y el publicano

Después de hablar de la necesidad de orar con insistencia en la parábola del juez injusto, Lucas (18,9-14) continúa enseñándonos otras características de la oración. Lo hace con la parábola del fariseo y el publicano:  Dijo también esta parábola a algunos que confiaban en sí mismos teniéndose por justos y despreciaban a los demás: —Dos hombres subieron al Templo a orar: uno era fariseo y el otro publicano.  El fariseo, quedándose de pie, oraba para sus adentros: «Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana, pago el diezmo de todo lo que poseo». Pero el publicano, quedándose lejos, ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Oh Dios, ten compasión de mí, que soy un pecador». Os digo que éste bajó justificado a su casa, y aquél no. Porque todo el que se ensalza será humillado, y todo el que se humilla será ensalzado. Gnilka explica de est

Gratitud

Tenía un amigo en la carrera que era conocido no solo por ser un buen jugador de fútbol y estudiante de Medicina –hoy es uno de los mejores pediatras de su ciudad- sino, sobre todo, por su nobleza. Una de las manifestaciones de esa actitud era que siempre te daba las gracias por todo. Yo, que no me caracterizaba por esas virtudes, un día intenté hacerle una broma con ese tema, preguntándole por qué razón le gustaba tanto dar las gracias a toda hora. Me respondió que se lo habían aconsejado en un curso de relaciones humanas: agradecer mucho, en todas partes, por los pequeños o grandes favores que se reciben a lo largo del día. Para continuar la broma, a partir de entonces, cada vez que me agradecía, yo le daba las gracias por darme las gracias… Bromas aparte, está claro que la virtud de la gratitud es alabada en la Sagrada Escritura con frecuencia. Por ejemplo, en el segundo libro de los Reyes (5, 14-17) se presenta como meritorio el agradecimiento de Naamán, un rey extranjer